Un vestido que cuesta 800 euros no es una prenda al alcance de todos los bolsillos, ni siquiera en el mundo de fantasía en el que vive Victoria Beckham. Ella lo sabe. Por eso su recientemente estrenada nueva firma, Victoria, by Victoria Beckham, no ha sido promocionada como una versión de bajo coste de sus diseños, sino como una colección alternativa que abarca los gustos y necesidades de muchas más mujeres que las que abarca su primera línea.
Victoria Beckham se ha diversificado. Nunca unas telas estampadas con gatitos ni unos vestidos sueltos con zapatos planos se habían relacionado ni por asomo con el tipo de propuestas de la mujer de David Beckham. Pero su desarrollo empresarial en el mundo de la moda parece haberla convertido en una emprendedora. "Ya sabes, no soy solo esa vaca miserable", declaró hace una semana en la presentación de su nueva colección en Nueva York, un día después de haber seducido a los críticos con el desfile de su firma principal en la Semana de la Moda. "Amo este vestido", exclamó señalando uno con volantes en el cuello. "Lo usaría con unos zapatos planos en el día y con otros altos de noche". Un comentario curioso, viniendo de una mujer que en ese instante acunaba a su hija de nueve semanas subida en unos tacones de infarto. De lo que no hay duda es de que sus diseños triunfan y que las actrices los usan para pisar la alfombra roja.
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